El duelo que nadie ve: extrañar sin llorar
El inmigrante no solo extraña personas; extraña versiones de sí mismo que quedaron en otro país. Cuando migras, el tiempo se parte en dos: antes y después del aeropuerto. Pierdes rutinas, olores, acentos. Pero como “tienes que salir adelante”, rara vez te permites vivir el duelo.
El inmigrante no solo extraña personas; extraña versiones de sí mismo que quedaron en otro país.
Cuando migras, el tiempo se parte en dos: antes y después del aeropuerto. Pierdes rutinas, olores, acentos. Pero como “tienes que salir adelante”, rara vez te permites vivir el duelo.
Negar el duelo crea una desconexión interna. Empiezas a sentirte “vacío”, incluso cuando las cosas van bien. Es el duelo migratorio no resuelto.
- Mindfulness: Acepta la tristeza sin miedo. No la reprimas: obsérvala como una nube que pasa.
- Terapia centrada en soluciones: Crea rituales nuevos que te conecten con la vida aquí (un café semanal, un paseo fijo, una llamada rutinaria).
- Psicoanálisis: Explora los vínculos inconscientes con tu tierra: ¿qué simboliza para ti “pertenecer”?
- CBT: Identifica pensamientos automáticos de culpa (“los dejé solos”) y reemplázalos por gratitud (“estoy construyendo algo que los honrará”).
Hablar de tu duelo no te debilita, te libera. Escríbeme por WhatsApp y te acompaño en este proceso de reconexión contigo mismo.
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