El silencio emocional del inmigrante
Muchos inmigrantes aprenden a callar lo que sienten. No por falta de palabras en inglés, sino por miedo a romperse si lo dicen.
Hay un tipo de silencio que no viene del idioma, sino del alma: el de quien dejó todo atrás y aún no se atreve a sentirlo.
Muchos inmigrantes aprenden a callar lo que sienten. No por falta de palabras en inglés, sino por miedo a romperse si lo dicen. La nostalgia, la culpa y la incertidumbre se acumulan como una mochila invisible que pesa más que cualquier maleta.
Reprimir las emociones puede llevar a ansiedad, insomnio y pérdida de motivación. “Estás bien, pero no del todo” se vuelve el estado constante de quienes no procesan su duelo migratorio.
Soluciones:
- Terapia centrada en soluciones (SFT): Enfócate en pequeños pasos: ¿qué funciona hoy, aunque sea poco? Repite eso.
- Mindfulness: Observa tus pensamientos sin juzgarlos; siéntate con ellos como con un viejo amigo.
- Psicoanálisis: Date permiso de explorar lo que dejaste inconcluso en tu país: roles, relaciones, sueños.
- CBT: Cambia el diálogo interno de “no puedo más” por “esto es temporal y estoy creciendo”.
Si estás viviendo este silencio interior, hablemos. Escríbeme por WhatsApp y profundicemos en cómo sanar mientras avanzas en tu vida en Canadá.
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