Meditar caminando: cuando el cuerpo se vuelve oración
La meditación activa, estudiada por Harvard y el Mind & Life Institute, mejora el estado de ánimo y la neuroplasticidad. El cerebro aprende a relajarse mientras se mueve.
Julián descubrió la meditación caminando durante el invierno canadiense. Cada paso se volvió una forma de gratitud: por el techo, por la salud, por seguir vivo.
No necesitaba un cojín, solo atención.
La meditación activa, estudiada por Harvard y el Mind & Life Institute, mejora el estado de ánimo y la neuroplasticidad.
El cerebro aprende a relajarse mientras se mueve.
Cómo practicarla:
Camina lento. Siente el contacto de tus pies con el suelo. Inhala con un paso, exhala con el siguiente.
Piensa: “Estoy aquí. Estoy avanzando. Estoy en paz.”
Beneficio tangible:
Disminuye la rumiación mental y mejora la digestión, la postura y el ánimo.
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